Antes de usar el ventilador o climatizador, asegúrate de que el cable de alimentación esté en buen estado, sin cortes ni cables expuestos. Si encuentras algún daño en el cable, no uses el aparato.
Siempre desconecta el aparato de la toma de corriente después de usarlo. Esto evitará el riesgo de sobrecalentamiento, cortocircuitos o posibles accidentes eléctricos.
No obstruyas las entradas o salidas de aire del ventilador o climatizador. Bloquear estas áreas puede hacer que el aparato se sobrecaliente, se dañe o reduzca su eficiencia.
Evita que el ventilador o climatizador entre en contacto con agua o humedad. No lo uses cerca de fuentes de agua como piscinas, baños o cocinas para prevenir riesgos eléctricos.
No pongas las manos ni objetos dentro de las aspas del ventilador mientras está en funcionamiento. Esto puede causar lesiones graves o dañar el motor.
Si necesitas mover el ventilador o climatizador, asegúrate de que esté apagado y desconectado antes de hacerlo. Esto evitará accidentes por contacto con partes calientes o en movimiento.
Si necesitas usar un adaptador o una extensión para conectar el ventilador o climatizador, asegúrate de que sea de buena calidad y capaz de soportar la carga del aparato. El uso de cables de baja calidad puede representar un riesgo de incendio.
Los ventiladores y climatizadores deben ser mantenidos fuera del alcance de los niños, ya que pueden resultar peligrosos por sus aspas en movimiento o componentes eléctricos.
Si escuchas ruidos extraños, notas que el ventilador o climatizador no funciona correctamente o muestra signos de sobrecalentamiento, apágalo inmediatamente y revisa el aparato o consulta con un profesional.
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